La batería que no necesita recarga: investigadores surcoreanos desarrollan una revolucionaria tecnología para dispositivos electrónicos

El anhelo de contar con teléfonos móviles, marcapasos o sensores que jamás necesiten recargarse podría estar más cerca de concretarse.

CIENCIA

4/23/20252 min leer

Un grupo de científicos del Instituto de Ciencia y Tecnología de Daegu Gyeongbuk (DGIST) ha dado un paso decisivo en el desarrollo de baterías nucleares que funcionan con radiocarbono, ofreciendo una fuente de energía continua, segura y de larga duración.

Estas innovadoras baterías betavoltaicas se perfilan como una alternativa disruptiva frente a las baterías de iones de litio tradicionales, que sufren desgaste con el tiempo y cuyo impacto ambiental es considerable. A diferencia de estas, las nuevas celdas nucleares podrían mantener su rendimiento durante décadas, eliminando la necesidad de recargas frecuentes o reemplazos periódicos.

El secreto de esta nueva generación de baterías radica en su diseño: incorpora un semiconductor de dióxido de titanio combinado con un tinte de rutenio, lo que mejora la eficiencia en la transferencia de electrones. La gran innovación ha sido el uso de radiocarbono-14 en ambos electrodos, logrando aumentar la eficiencia de conversión energética de 0,48 % a 2,86 %, según reporta SciTechDaily.

¿Cómo funcionan estas baterías nucleares?

Las baterías betavoltaicas generan electricidad mediante la radiación beta, una forma de emisión de electrones de baja energía. Cuando esta radiación interactúa con un semiconductor, produce una corriente eléctrica similar a la de las celdas solares, pero con una gran ventaja: no dependen de la luz ni de cargas externas.

El radiocarbono-14, un isótopo radiactivo de bajo riesgo, se descompone de manera controlada y emite electrones de forma continua. Al no generar residuos peligrosos, su uso es considerado seguro, incluso en aplicaciones médicas como los marcapasos, que podrían operar toda la vida del paciente sin necesidad de intervención quirúrgica para reemplazo.

Aplicaciones potenciales

Esta tecnología tiene un enorme potencial en campos como:

  • Medicina: Dispositivos implantables con duración de por vida.

  • Exploración espacial: Energía autónoma para sondas y drones.

  • Monitoreo ambiental: Sensores en ubicaciones remotas y de difícil acceso.

  • Electrónica de consumo: Aunque aún no viable para teléfonos móviles, su evolución podría eliminar la necesidad de enchufes y cargadores.

Desafíos por resolver

Pese a sus ventajas, las baterías de radiocarbono enfrentan aún varios retos. La eficiencia energética necesita mejoras para competir con las baterías de litio en aplicaciones de alto consumo. Asimismo, deben establecerse normas estrictas de seguridad para la producción, manipulación y reciclaje del radiocarbono.

No obstante, este avance representa un hito en la búsqueda de una autonomía energética total para los dispositivos electrónicos del futuro. Las baterías que nunca se recargan podrían no ser un sueño, sino una realidad tecnológica al alcance de la próxima década.