Switch 2: ¿La potencia salvará a Nintendo o la condenará?
Después de años se renueva la consola insignia de Nintendo
VIDEOJUEGOS
4/27/20252 min leer
Por generaciones, los fans soñaron con una consola de Nintendo que pudiera competir de tú a tú con PlayStation y Xbox en poder técnico. Ahora, Switch 2 promete ser el mayor salto de Nintendo en rendimiento, ofreciendo tecnologías de última generación como 4K, 120 FPS y ray tracing, impulsadas por un chip personalizado de Nvidia. Sin embargo, la pregunta no es si será más potente —eso está claro—, sino si esa potencia bastará para cerrar una brecha que, en un par de años, volverá a abrirse.
Aunque Nintendo ha conquistado el mercado apostando por la innovación más que por la fuerza bruta, su historial muestra que cada vez que se aleja demasiado de las tendencias tecnológicas, termina marginándose de los grandes lanzamientos third-party. Switch 2 apunta a corregir ese error, pero podría quedarse a medio camino: si bien será más capaz que su antecesora, se rumorea que apenas igualará el poder de un PlayStation 4. Con la próxima generación a la vuelta de la esquina, ¿será suficiente?
Uno de los grandes riesgos que enfrenta Nintendo es repetir la historia de Switch: una consola exitosa en concepto, pero limitada en la práctica. Jugar títulos como Elden Ring o Cyberpunk 2077 en modo portátil suena prometedor, pero frente a alternativas como Steam Deck o la inminente competencia de Xbox y PlayStation en el terreno portátil, Switch 2 podría lucir anticuada mucho más rápido de lo esperado.
Además, toda esta nueva potencia tiene un precio, y no solo en dólares: $449.99 USD por la consola base, cartuchos más costosos por el aumento de capacidad, y una batería que podría durar apenas 2 horas en juegos demandantes. Es el costo inevitable de querer competir en potencia sin renunciar al formato híbrido que define a Nintendo, pero también es una apuesta que podría alienar a los jugadores más exigentes.
A fin de cuentas, Switch 2 será otra consola de Nintendo para jugar títulos de Nintendo. Sus franquicias insignia como Zelda, Mario y Pokémon seguirán siendo su verdadero motor de ventas. Aunque atraerá más apoyo third-party al inicio, los ports tardíos y recortados podrían seguir siendo su realidad, dejando al jugador ante una dolorosa disyuntiva: pagar más por experiencias inferiores de juegos que otros sistemas ofrecen mejor.
La ironía es que, al buscar más poder, Nintendo podría estar cavando su propia trampa. Si no maneja con inteligencia la transición tecnológica y el apoyo de terceros, Switch 2 corre el riesgo de convertirse en una promesa a medias: más potente, pero no lo suficiente; más cara, pero no más competitiva; más moderna, pero igual de aislada.